COMPAÑERA DE TRABAJO PECULIAR
Ya no sé, si seré yo que me estoy volviendo un poco quisquillosa, o es que esta tía, de verdad es capaz de poner nervioso a cualquiera.
Todos los días es lo mismo:
Me pita para que la espere .( ¡Oh Dios! ¡no!, ¿Por qué yo?, ¿Qué es lo que he hecho?, si yo soy buena, no le hago daño a nadie)
Todos los días es lo mismo:
Me pita para que la espere .( ¡Oh Dios! ¡no!, ¿Por qué yo?, ¿Qué es lo que he hecho?, si yo soy buena, no le hago daño a nadie)
Se pone a maniobrar para aparcar el coche, pero no se conforma con cualquier sitio, no, ella no : primero aparca en una plaza, por decir algo, porque plazas lo que se dice plazas no existen, pero se lo piensa mejor y lo aparca en otro sitio, que no sé que es lo que piensa, porque en la plaza que lo aparca a continuación es igual que la anterior, ¡si esto es un descampado!, si hay un coche aparcado debajo del único árbol que existe, no busques más, ¡no hay más sombras!, la única sombra ya está cogida, aparca donde sea y ya está, no hay más, de verdad.
Cuando ya ha decidido que ese lugar está bien ( no sé, en base a qué criterios), está el hecho de bajarse del coche.
Se pega 10 minutos poniéndole al coche el antirrobo, un modelo muy antiguo, yo creo que ya ni los venden, si es que eso lo han vendido alguna vez. Y digo yo: si el coche tiene más años que la pera, si existen cámaras de seguridad que vigilan el descampado .... ¿quién se lo va a robar?.
Una vez que ha salido del coche, todos podríamos pensar: Bien ya podemos irnos. Pues no, ella no se conforma con cerrar la puerta del coche con llave, ¡No hija, no!, ella tiene que comprobar que todas las puertas están cerradas (pero tía, si tienes cierre centralizado, además , si tu siempre vas sola, si no montas a nadie en el coche), pues bien esto lo hace dos veces.
Bueno, pues.. ya está ¿no?.
No, no, no, ahora tiene que comprobar que todas las ventanas del coche están cerradas ( pero si el sistema de elevalunas eléctrico se te estropeo hace tres años, y desde entonces no puedes bajarlas, ¿qué tienes que comprobar? ¡Por Dios!).
Y de camino a la entrada del trabajo, tiene la moral de decirme:
.- No estoy muy segura de haber cerrado las puertas del coche.
A mí en esos momentos, me entran ganas de llorar,
tirarme al suelo y decir :
¡Que me han pegado! ¡QUE ME HAN
PEGADO!¡SOCOOOORRROOOOOO!
PEGADO!¡SOCOOOORRROOOOOO!
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